‎
"A propósito de la privatización del parque Tayrona, Gabriel García Márquez cuenta en "El Otoño del Patriarca" que un dictadorzuelo entregó a los gringos en prenda de garantía el mar. Los gringos, que no dan puntada sin dedal, custodiaban las aguas del país con un barco de guerra, hasta que un día aquel dictadorzuelo dejó de cumplir puntualmente sus compromisos con el imperio del norte y los barcos gringos vinieron y cargaron mar arriba con el mar. Se lo llevaron y no quedó más que arena seca y salada y niños mirando al horizonte esperando el regreso del mar. El dictadorzuelo recreado por el realismo mágico de García Márquez ha sido superado de lejos por Santos, quien ha dejado su propia marca como un vendepatria difícil de superar"
Sergio Fernández